martes, 5 de febrero de 2013

Ateísmo, ¿El ateísmo no existe?

En una lección de la universidad, hablábamos de derecho y de algunas características de la organización social del Estado, se hizo mención del aspecto religioso. No voy a profundizar en la lección en sí, lo que sí abarcaré es en analizar algo que dijo un compañero, que por cierto me parece que muchas personas erróneamente dan por sentado como verdad.

Básicamente lo que dijo fue: "El ateísmo no existe, porque un ateo es consiente de que existe dios al cual rechaza".

En primer lugar, se debe tener claro que en la mente de una persona religiosa, en este caso cristiana, se considera real (una idea personal y subjetiva directamente basada en la fe) la existencia de Yahvé o Jehová (dios judeocristiano). 

Esta creencia en la mayoría de los casos es producto de la herencia cultural, la cual es fuertemente arraigada con una postura dogmática; escasamente hay quienes buscan una religión para llenar un "vacío" personal, no habiendo profesado ninguna religión anteriormente a esta búsqueda.

Todos los argumentos a favor de la religión tienen como fundamento o radio de acción el carácter emocional, no el carácter intelectual. Arguyen persuadiendo las emociones del individuo, nunca presentando razones cimentadas que puedan someterse a la sana crítica.

Una vez expuestas algunas características de las creencias teístas, paso a definir qué es 'ateísmo' y 'ateo'.

El ateísmo es un forma de pensamiento que, a grandes rasgos, sostiene la inexistencia de deidades y seres sobrenaturales; un ateo es una persona que comparte esta forma de pensamiento. 

Un ateo considera que todas las deidades que han existido a lo largo de la historia y en distintas partes del mundo, son sólo seres imaginarios sin ninguna lógica con el mundo real.

Ahora bien, ¿Exponer argumentos lógicos en contra de una creencia teísta es aceptar la existencia de una deidad? No, de ninguna manera.

Poseer el concepto de algo, ya sea que este 'algo' sea real o inventado, no necesariamente significa aceptar su existencia. Así como poseer argumentos lógicos que puedan servir como refutación a la existencia de este 'algo' tampoco significa aceptar como verdadera la existencia de éste.

Voy a ejemplificar esto fácilmente. Tomaré de ejemplo a las creencias teístas de la antigua Roma, específicamente a Neptuno, dios de los mares y todas las aguas. A este dios se le narra con apariencia humana, cabalga las olas abordo de sus caballos blancos y acompañado de delfines. Con su tridente omnipotente agita las aguas provocando las olas y su ira provocaba sismos y terremotos.

Ahora tenemos el concepto de un dios, concepto basado en su característica y sus atributos. 
- Característica: de apariencia humana. 
- Atributos: Provoca olas y terremotos, puede cabalgar las aguas.

Por otra parte, perfectamente hay argumentos que sirven como refutación a la existencia de este dios: 

1- Las olas son provocadas por la acción del viento sobre las aguas. Los terremotos son producto del movimiento de placas tectónicas o por acción volcánica. 
2- Es físicamente imposible que un caballo pueda estar sobre el agua.

Está comprobado que los fenómenos que se atribuyen al dios tienen su explicación científica y que no son de origen divino; la naturaleza del dios es incompatible con la realidad y esto equivaldría a su incapacidad para existir según la lógica.

Como se puede percibir, se ha planteado el concepto de un dios y también se han expuesto algunos argumentos en contra de su existencia; esto mismo se puede aplicar para cualquier otra deidad, incluso el dios judeocristiano. Únicamente se ha dado un concepto, una idea que permite entender de qué se habla sin importar si el objeto de conversación es real o ficticio, en ningún momento se ha tomado como real la existencia de un dios ni se ha dicho que sí existe un dios.

Esto es exactamente lo que ocurre cuando un ateo debate sobre temas teológicos, cosa que muchos creyentes malinterpretan ya que ellos sí toman como real la existencia de su dios.